Rescue Me... Capitulo 29

Capitulo 29

Pilar: Bill, te extrañe mucho! –dije estrujándolo por el cuello- yo igual te amo!

Bill: estabas perdida? –dijo con sus manos en mi cintura y su rostro a centímetros del mío…

Pilar: no…no lo se –me perdí en sus ojos, no había nada mas en que pensar, tenia la mente en blanco, ver sus ojos color miel  hipnotizándome, sus labios a centímetros de los míos, que ansiados de pobrar el néctar mas exquisito de su boca, dejaban pasar una corriente de aire agitado.

Bill: -soltó una pequeña risita- como que no sabes? –dijo acercándose mas aun de mi, sentía su tibia respiración cerca de la mía.

Pilar: lo haces de nuevo –dije inconcientemente.-

Bill: ¿Qué es lo que hago? –dijo todo confundido su carita de confusión era muy tierna-

Pilar: siempre, me miras directamente, haciéndome perder en tus ojos, tu carita toda tierna, tus labios… -solo esa frase pequeña frase convirtió nuestros escasos centímetros en nada… sus labios moviéndose sincronizadamente con los míos, sosteniéndome de la cintura acercándose mas a mi, yo solo sostenía su cuello atrayéndolo mas a mi, comencé a enredar mis dedos en su cabello, no quería soltarlo por nada del mundo, nuestras lenguas tenían una guerra dentro de nuestras bocas, el continuo acercándome a el, pero esta vez por la cadera, sentí la pared detrás de mi, no queríamos parar, sentí su mano fría pasar debajo de mi remera, y su amiguito comenzaba a animarse, lo sentía cerca de mi feminidad, cada beso cada caricia nos excitábamos mas, su cuerpo rosar con el mío despertaba la pasión en los dos, sus labios bajaron hacia mi cuello, dejando un hilo de besos por mi cuello hasta mi hombro, ya que llevaba una remera de tiras nada mas, una de sus manos que se encontraba en mi cadera paso a apoyarse en la pared, la otra se abría paso por debajo de mi remera, nuestras respiraciones se estaba acelerando al rose de nuestros cuerpos, que necesitaban del otro…

Bill: te deseo tanto –dijo mientras mordió mi cuello, dejando salir de mi un pequeño gemido, al cual escuche como soltaba una risita.- seguiremos después –dijo con dificultad ¿era un broma? ¿tanta excitación para eso? ¿para que me deje con las ganas?

Pilar: no –dije abrazándolo por el cuello, el hundió su cabeza en mi cuello, sentí un calido beso en el.

Bill: estamos en la empresa, además –dijo aun en mi cuello- quiero que esto sea especial, que puedas sentir todo el amor que puedo brindarte. Va a llegar el momento en que nosotros dos seamos uno para el resto de nuestras vidas. No quiero que te separes de mi nunca. Quiero vivir cada segundo contigo –dijo asi sellando con un beso en mis labios, nos separamos y nos miramos sonrientes, por lo que pudo haber llegado a pasar, me tomo de la mano y tomo mi campera que seguía en el piso luego de haberla tirado, después de derramarme el café en mi ropa, nos dirigimos a una puerta de madera, iguales a todas las que se encontraban en el lugar, la abrió y pude ver que dentro de ella había un cuarto pequeño, donde aparecía la escalera, y a un lado el elevador, genial. Como quiere que vea donde esta la salida si se encontraba dentro de una de las puertas?. Como no me acorde que estaba ahí, seguro estaba en mi mundo, porque ahora que lo pienso no recuerdo ni siquiera como llegue al octavo piso. Apretó el botón del elevador, mirándome tiernamente, yo solo correspondía a su sonrisa. Al entrar, me quedo mirando, mientras apretaba el piso a donde debíamos llegar, bajo su mirada quedando fija en un lugar, lo mire extrañada. Estaba a punto de decir algo, y el se adelanto.

Bill: ponte la campera –dijo colocándome por detrás de mis hombros, soltó una risita-

Pilar: ¿por? ¿Qué pasa? –dije toda confundida-

Bill: si no quieres que nos pregunten quien fue el vampiro que te mordió, colócate la campera –toda confundida, dirigí mi vista al espejo del elevador, que cubría toda la pared de atrás, me mire el cuello, y tenia una marca roja de mi amado, el cual me lo había dejado en medio de la excitación, de hace unos minutos, no pude evitar colocarme roja, y cerrar el cierre de mi campera, ya que era de cuello alto lo subí hasta arriba. Ambos nos miramos y soltamos una risita.

Bill: llegamos –dijo una vez que se detuvo el elevador al abrirse las puerta, vi a  los chicos hablando animadamente, con Simone y Gordon. Gustav en ese momento se dio la vuelta y me vio, yo corrí hacia el, el se había convertido en mi mejor amigo, el siempre me aconsejaba, se encontraba a mi lado, para hablar del tema de mis padres, o mis sueños, en la escuela siempre estaba ahí para defenderme de algún aprovechado, o distintas ocasiones donde el me decía que no me ponga celosa por las chicas que se le acercaban a Bill, lo abrase, el me levanto un poco del suelo, y me dio vuelta entre sus brazos,

Gustav: Hermanita! –así me decía a mi!- no sabes cuanto te extrañe!

Pilar: gusi! –así le decía yo haha- te extrañe hermanito-

Tom: ya, ya yo igual, quiero saludar a mi cuñada –dijo medio molesto con los brazos cruzados-

Pilar: ay Tom, mi cuñado sexoso!.  –dije riéndome, el abrió sus brazos, y lo abrase-

Tom: te extrañe enana –dijo estrujándome a el-

George: hola! Yo igual existo! –dijo al lado de nosotros, me solté de Tom y también lo abrase-

Pilar: Geo! Amigo de travesuras e.e’ –dije aun abrazándolo-

Simone: bueno chicos, es mejor que nos vallamos. –nadie se contradijo a eso, y nos fuimos a la camioneta, pasamos a comprar unas pizzas, los padres de los G’s como trabajan juntos en una empresa de distribuidora de alimentos, tuvieron que salir de la ciudad, pero regresarían al día siguiente, en ese tiempo ellos se quedaban en casa, compramos pizzas, de anchoas, doble queso, vegetariana, y de extra queso. La vegetariana es mía, jeje. Todos estábamos felices, al fin habían llegado los chicos, estos tres meses, sin ese par de gemelos, con su ruidos y sus peleas, en la casa ya los estaba extrañado, al llegar a casa todos bajamos, y nos dirigimos a la puerta, pero en un momento, los chicos me llevaron con ellos fundiéndome en un abrazo por parte de los cuatro.

Gustav: si no fuera por ti., nosotros no hubiéramos ido de gira.

Bill: muchas gracias hermosa.

George: eres lo mejor que nos a pasado en la vida, te queremos.

Tom: gracias a vos, me folle a 6 chicas –dijo Tom riendo, todos nos reímos por el comentario de Tom, luego nos dirigimos hacia la casa, los chicos se fueron a acomodar en sus habitaciones los G’s se fueron a la habitaciones de huéspedes, luego bajaron a comer. Luego de un rato llegaron Juno y Edward, saludaron a los chicos, y comimos todos pizza, charlamos sobre la gira, al parecer les fue muy bien, miles de fans se presentaron en sus conciertos, mostraron algunos regalos que les dieron a los chicos en la firma de autógrafos, o que les tiraban al escenario, nos reímos por cada comentario de los chicos, al parecer lo pasaron genial, nos contaron las bromas que se hicieron mutuamente, como despertar a George con que los frenos del autobús se habían roto, y no podían parar, o abrirle la puerta a Tom en el baño, haciéndolo atorar en el inodoro, o que cuando Bill iba pasando por el pasillo del bus, le bajaron su pijama, o Gustav, haciendo que se asustara al encontrar una mascara de un endemoniado adentro del microondas, al tratar de calentar un sándwich, estos chicos si que estaban locos. Llego la noche y Juno y Edward ya debían de irse, así que nos despedimos y se fueron, era tarde ya debían de ser las 12:45 pm. Así que nos dirigimos a nuestras habitación, cuando abría la puerta de mi habitación Bill se encontraba detrás mío.

Bill: como dormiste estos meses que no estuve –me puse pálida, tenia esa pesadillas pero no me despertaba llorando ni gritando sino que eran malos rato en los sueños y no despertaba, sino que seguía durmiendo, pero aun así no descansaba en las noches.

Pilar: dormía, pero las pesadillas seguían- -le dije, en el tiempo que nos conocemos el ya sabia cuando mentía y cuando no.

Bill: entonces hoy, dormiré contigo, de hoy en adelante –dijo sonriente, le devolví la sonrisa, y no le cuestione nada, así que entramos a la habitación, tome mi pijama y me fui al baño a cambiarme, cepille mis dientes y entre a mi habitación, Bill solo estaba en boxer, que recuerde el no dormía así.

Pilar: y tus pantalones? –dije tranquilamente, pero tenerlo así en frente mío, despertaba en mi cosas que nunca antes había sentido.-

Bill: cuando nos fuimos de gira, me olvide mi pantalón de pijama, y no iba a dormir en Jean, así que solo dormía en boxer, y al parecer me acostumbre –dijo chistoso, solo me recosté al lado de el, el me abrazo por la cintura, recargue mi cabeza en su pecho, luego de darle un tierno beso, y el comenzó a jugar con mi pelo, rápidamente me quede dormida, entre los brazos de Bill, los cuales me brindaban seguridad, amor, y ternura.

Continura…

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